Asma Bronquial

Asma Bronquial
Tipo de Trastorno

El Asma Bronquial es una enfermedad en la que se inflaman los bronquios, en forma recurrente ó continua, lo que produce una obstrucción de los tubos bronquiales (encargados de conducir el aire respirado hacia dentro ó hacia afuera). Esta obstrucción es de una intensidad variable, y sucede habitualmente en forma de crisis, que a veces ceden solas ó sólo con tratamientos especiales. La frecuencia de estas 'crisis' es muy variable, en algunos casos sólo una ó dos veces al año, pero generalmente suceden varias crisis agudas en un período corto de tiempo, sobre todo en las épocas de cambio de clima (otoño y primavera) ó en el tiempo de frío.

Dentro de los nuevos avances en el estudio del asma, no cabe duda de que uno de los más interesantes es la implicación del microbioma, tanto pulmonar como intestinal, en el desarrollo, la progresión y el pronóstico de la enfermedad.

A raíz de las nuevas técnicas de secuenciación masiva de genes independientes de cultivo, hemos podido conocer no solo qué tipo de gérmenes habitan el pulmón del paciente con asma, sino cómo esta diversidad, tanto de bacterias como de virus y hongos, interactua con el sistema inmune.

Resultados de estudios de cohortes realizados en las últimas décadas demuestran que las infecciones del tracto respiratorio inferior durante los primeros años de vida se asocian con un aumento del riesgo de desarrollar sibilancias y asma, determinando así la función pulmonar durante los siguientes años de vida. El microbioma intestinal y el microbioma respiratorio interactúan de manera específica con el sistema inmune del huésped, jugando un papel fundamental en el desarrollo de la inflamación de la vía aérea que tiene lugar en el asma bronquial.

En un estudio reciente, Marri et al., utilizando muestras de esputo inducido de pacientes adultos con asma leve y un grupo de control de sujetos sin asma, observó que los niveles del género Proteobacteria estaban más elevados en los pacientes con asma, mientras que los géneros Firmicutes y Actinobacteria eran los más comunes en el grupo de sujetos sanos. Un dato de interés es que el microbioma de los pacientes con asma leve era más parecido al de los pacientes con asma grave que al de los de sujetos sanos.

Otro estudio realziado en el 2015 Goleva et al. demostraron que los pacientes corticorresistentes presentaban mayor carga de proteobacterias, incluyendo Neisseria y Haemophilus, las cuales poseen lipopolisacáridos (LPS) con cadenas cortas de bacilo, que tienen actividad endotóxica.

La disbiosis en los últimos  años dejo de ser solo un mito, en la actualidad es una realidad, que esta cambiando  y revolucionando la medicina actual. No podemos quedarnos en  los tratamientos convencionales que se vienen practicando del siglo pasado , con muy pocos resultados.

Existe evidencia  sobre el papel de  las levaduras  u hongos en el asma. Un estudio reciente realizado con muestras de esputo comparando a pacientes con asma con controles identificó 136 especies de hongos, 90 de las cuales eran más frecuentes en los pacientes con asma. Psathyrella candolleana, Malassezia pachydermatis, Termitomyces clypeatus y Grifola sordulenta se aislaron en mayor número en los pacientes con asma, mientras que Eremothecium sinecaudum, Systenostrema alba, Cladosporium cladosporioides y Vanderwaltozyma polyspora fueron más frecuentes en las muestras de esputo de los sujetos sin asma. La exposición a determinados hongos puede tener un efecto devastador en el paciente asmático. Los hongos contienen proteínas perjudiciales para el epitelio de las vías respiratorias y pueden actuar como alérgenos. Es posible que la colonización por hongos a largo plazo de un paciente atópico proporcione una fuente crónica de exposición al alérgeno, propague la inflamación de las vías respiratorias y aumente la gravedad del fenotipo de asma.

Parece lógico pensar que el tratamiento actual del asma se enfoque en el tratamiento  de la disbiosis,  equilibrando   el  microbioma del paciente con asma, ya sea a través de la dieta especializada o bien mediante productos como los probióticos, antifungicos y  restauradores del permeabilidad del intestino que  no solo  pueden ayudar a mejorar el control y  la gravedad  de la enfermedad  sino evitar progresión y deterioro estructural pulmonar.              

Incluso, una actuación específica sobre el microbioma en edades tempranas de la vida podría interferir en el desarrollo de la enfermedad. 

En nuestro instituto  el tratamiento se  fundamenta en recobrar el equilibrio de la microbiota y tratar  al enfermedad desde el origen y los factores desencadenantes en los cuadros de exacerbación, condicionando  un  mejoría  gradual  evitando la progresión de la enfermedad.